Hubo una vez, hace mucho tiempo, un viajero nocturno que caminaba y caminaba sin parar noche tras noche, en búsqueda de dos estrellas fugaces, las cual quería encontrar para poder pedir esos tan preciados deseos, que todo el mundo pide al ver ese tipo de estrellas. Viajo mucho tiempo, paso por valles, montañas, ríos, bosques, pero a el nada lo paraba, tenia la necesidad de hallar esas dos estrellas. Pasaron horas, días, meses, hasta su primer encuentro, ese mismo día, el viajero estaba muy emocionado, pidió rápido y fuertemente su deseo, estaba seguro de que lo que el pidiera iba a ser cumplido mágicamente, pero este no era el final de su viaje, aun faltaba una estrella, su segundo y tan importante deseo, así que siguió, caminando y caminando hasta encontrar en un sendero, de los tantos recorridos, a una muchacha, la misma estaba perdida, así que el viajero le dijo que lo acompañe, que el iba a pasar por su pueblo, a lo que la muchacha rápidamente respondió que si.
Paso muchísimo tiempo desde el primer hallazgo del viajero, hasta que decidió no buscar mas, la muchacha que lo acompañaba, que había decidido no volver a su pueblo y seguir al viajero en su travesía, le dijo que no se rindiera, que el la podía encontrar, a lo que el viajero le respondió, "Yo ya encontré mi primer deseo, el segundo no es necesario que se cumpla mágicamente", la muchacha atónita le pregunto cual fue su primer deseo y el viajero sin dudar respondió "Mi primer deseo fue encontrarte y el segundo iba a ser poder hacerte feliz toda la vida, pero eso, no quiero que se cumpla mágicamente, quiero cumplirlo yo, sin ayuda de nada ni nadie" la muchacha reventando de felicidad abrazo fuertemente al viajero y susurrándole al oído le confeso que ella no estaba perdida sino que también estaba viajando en búsqueda de una segunda estrella fugaz y que su primer deseo fue encontrar la felicidad, la cual ya había encontrado viajando con el.
Paso muchísimo tiempo desde el primer hallazgo del viajero, hasta que decidió no buscar mas, la muchacha que lo acompañaba, que había decidido no volver a su pueblo y seguir al viajero en su travesía, le dijo que no se rindiera, que el la podía encontrar, a lo que el viajero le respondió, "Yo ya encontré mi primer deseo, el segundo no es necesario que se cumpla mágicamente", la muchacha atónita le pregunto cual fue su primer deseo y el viajero sin dudar respondió "Mi primer deseo fue encontrarte y el segundo iba a ser poder hacerte feliz toda la vida, pero eso, no quiero que se cumpla mágicamente, quiero cumplirlo yo, sin ayuda de nada ni nadie" la muchacha reventando de felicidad abrazo fuertemente al viajero y susurrándole al oído le confeso que ella no estaba perdida sino que también estaba viajando en búsqueda de una segunda estrella fugaz y que su primer deseo fue encontrar la felicidad, la cual ya había encontrado viajando con el.
-Martin Pozzi
